"RENACER..."
- Admin. D'Ritratto
- 17 ene 2019
- 7 Min. de lectura

Mientras las calles se vuelven eco de la multitud y las horas parecen eternas en esta gran ciudad, donde el tiempo pasa muy aprisa y la fría brisa del invierno revolotea por todas partes. Aquí estoy yo, sentado tras un computador intentando encontrar las palabras que me lleven a estar más cerca de ese “renacer” unos cuantos apuntes y una taza de café, algo “cliché”, pero es uno de esos momentos en los que estoy conmigo mismo, sin nadie más. Esos momentos donde decido plasmar mis vivencias, sin saber si alguien las leerá, pero esperando sean las palabras precisas para alguien en algún momento.
Mi historia, y que historia. Ha sido una de esas algo totalmente impredecible pero inevitable de vivir, como una montaña rusa de altos y bajos. Momentos de esplendor que quisiera eternizar, otros momentos de dolor, justo de esos momentos que tememos nunca poder superar. Pero sin duda alguna han sido momentos que se han creado como un rompecabezas con cada pieza exacta, sin esas piezas no sería quien soy hoy, o mucho menos habría aprendido valiosas lecciones que me han traído hasta este punto de la vida.
Muchas veces hablamos de aprender a detectar y disfrutar con intensidad de cada uno de esos instantes maravillosos que la vida nos pone en el camino. Otras veces, no tanto, y solo nos ocupamos de poder sobrellevar los momentos difíciles. Momentos que nos han puesto en algún lugar o situación, momentos que nos han hecho pelear con nuestros demonios internos y vernos frente a frente con ese espejo llamado “yo” y de ahí partir a una búsqueda de luz, de claridad, de paz, de verdad.
Como todos en algún momento de la vida, no he sido perfecto, he cometido muchos errores, los cuales me han costado, he perdido mucho, me he dado con mi verdad, una verdad que intentaba evitar; no era perfecto, ni mucho menos podía llevar una súper capa que salvara a todos, sin salvarme a mí mismo.
Llegaban esos días en los que sonreía, asentía y callaba, aceptando todo a mi paso, pero al cerrar los ojos. La soledad me abrazaba, jugaba con mi mente. Y para no estar solo buscaba en todo o en cualquiera un poquito de aprobación y aceptación; haciendo cosas sin sentido. Siempre le he tenido miedo a ese instante; y miren creo que muchas veces a esos que mas le temes, te toca y a mi me toco; y de que manera. Una nueva vida, un nuevo lugar, solo literalmente. Viviendo conmigo mismo, sin nadie más . Y no es dejar el pasado, no es olvidar, ni dejar de reconocer los errores que cometiste es aprender a vivir con ellos, e intentar de algún modo sanar, renacer, reconstruir, rediseñar, mejorar y cambiar. Es ese momento en el que por fin entiendes que el pasado, paso, cuando de pronto ya no extrañas a esa persona, cuando aprendes a ser feliz sin necesidad de nadie, cuando te das cuenta de que lo que antes te dolía, ya no duele. Ahí es que empiezas a cambiar tu vida.
Sabiendo que en el camino encontraras de todo, desde ese momento contigo mismo, como de aquellos que te apoyan siempre creyendo en ti, siempre viendo lo mejor de ti, y si de esas personas existen pocas, pero doy fe que aún existen. Pero también estarán esos que, acobardados por sus propios miedos, te dan la espalda, te juzgan, te señalan como si nunca hubieran cometido un error, como si fueran humanos perfectos; escondiéndose detrás de sus propias máscaras, olvidando que nadie está libre de pecado y que mucho menos en esta tierra se está libre de ser “perfecto”. Y es ahí donde nos damos cuenta de que vale más quien nunca se fue, no quien llega primero.
Créanme, y no se trata solamente de resignarse al destino, condenados a seguir en el pasado, está bien cambiar el camino; esta bien no querer lo mismo que hace un año; esta bien elegir otro sueño, esta bien no hacerlo; esta bien intentarlo; está bien equivocarse de nuevo. Lo que no esta bien, es el detenerte. En la vida que yo conozco y que me gusta vivir, aun cuando muchas veces la barrera se ponga frente a mi, siempre la sobrepaso, la escalo, busco la manera de que nunca me detenga. Y puesto a pensar en la mitología, creo que la imagen de lo que pretendo transmitirles se parece más a la que emblematiza el mito del ave Fénix, una de mis historias favoritas.
Para los que no conocen su historia. Según cuentan varios portales y libros.

El Fénix era un ave maravillosamente bella que vivía en el paraíso, junto con el primer hombre y la primera mujer que habitaron la tierra, esta los seguía a todas partes. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, un ángel portador de una espada de fuego fue designado para cuidar las puertas del paraíso e impedir que la pareja pudiera volver al Edén. Empujado por el amor y la lealtad, el ave Fénix intentó impedir que las puertas se cerraran definitivamente para sus amigos. Entonces, una chispa saltó de aquella espada del guardián y el hermoso plumaje del ave se encendió, terminando con su vida en una llamarada multicolor.
Quizás como un premio por haber sido la única bestia que se había negado a probar el fruto prohibido, o quizás porque era injusto que un acto de amor terminará en una muerte así, el caso es que todos los ángeles estuvieron de acuerdo en concederle al ave Fénix varios dones, como el de sanar las heridas de otros seres vivos con sus lágrimas y el de la vida eterna. Su inmortalidad se manifestaba en su eterna capacidad de volver a la vida resurgiendo de entre sus cenizas.

Según la leyenda, cuando le llegaba la hora de morir, el ave Fénix hacía un nido de especias y hierbas aromáticas y ponía en él un único huevo. Después de empollar durante algunos días, una noche, al caer el sol, el Fénix ardía espontáneamente, quemándose por completo y reduciéndose a simples cenizas. Gracias al calor de aquellas llamas, se terminaba de empollar el huevo y, al amanecer, el cascarón se rompía, resurgiendo de entre los restos aún humeantes el ave Fénix. No era otra ave, era el mismo Fénix, siempre único y eterno, aunque siempre más joven y fuerte que antes de morir. Siempre más sabio porque tenía, además, la virtud de recordar todo lo aprendido en su vida anterior. Sin duda alguna se que quizás habrán escuchado del mito del ave Fénix, ya que este existe en casi todas las culturas ancestrales; y no solamente en las más antiguas tradiciones sagradas de oriente sino también en los mitos y leyendas del Nuevo Mundo los cuales tienen equivalentes similares.
Y se preguntaran cual es el mensaje detrás de todo esto, simple: Es el aprender de los fracasos, volver a intentar lo que no se consiguió, enriquecido por la experiencia, y crecer en la adversidad. Elegir una y mil veces la resiliencia y que, aun en la mayor guerra siempre está aquella frase que nos dice que se puede perder en la más cruel de las batallas, pero no debemos dejarnos nunca morir en ella, y esto solo consigue hacernos más fuertes.
Verán tanto tuve que aprender, que, a cada paso, nunca me dejé ser más débil. Y a pesar de las apariencias, siempre, luché aún a falta de fuerzas. Tantos golpes en mi moral, que, no sirven más que para incrementar mis pasos en peso y mi vida en ganas por luchar. Es momento de aprender a dejar, abandonar, soltar de una vez y por todas aquello que alguna vez fue bueno, como la única manera de darle paso a algo mucho mejor.
Es momento de renacer y ¿Qué significa renacer? Es eso que pasa luego de una vivencia extrema, eso que nos hace detenernos a pensar que no podemos seguir existiendo de una determinada manera. El cambio late, nos interpela y nos invita a descubrir un nuevo camino, que hasta entonces había permanecido oculto. Entonces hacemos un alto, la gran pausa que nos dará aliento e impulso para animarnos a ser quien de verdad queremos ser. Y no será una decisión fácil, claro que no, nunca lo es. Pero tendrá el condimento mítico de convertirnos en héroes de nuestro propio destino, en hacedores de milagros íntimos y cotidianos, en seres capaces de reinventarse de una manera más noble, más humana.
Es tiempo de asumir ese compromiso: el de dejarnos atravesar por el espíritu de cambio y de alegría que nos rodea. Para intentar cambiar aquellas cosas que en su momento nos detuvieron o hicieron daño. Así podremos elegir una mejor forma de andar, menos dolorosa y con más luz para nosotros mismos y para quienes nos rodean. Con la misión de encontrar el sentido, tan personal y único, que cada persona siempre tendrá en esta vida una oportunidad de renacer.
Hoy, sentado en la confortable oficina de esta casa, miro por la luminosa ventana, desde donde ahora puedo ver una ciudad que me invita a crear algo diferente, y me doy cuenta de algunas otras cosas a las que viví inútilmente aferrado tanto tiempo.
Ojalá esta primavera provoque despertares importantes, aliante talentos, impulse la vida, convoque renaceres, llame al perdón, al ser solidarios con el prójimo y nos traiga a todos la serenidad, sabiduría, el amor y alegría de vivir, renaciendo cada día.
Hasta la próxima, espero poder leerlos y saludarlos;
DG
“Renacer es… reinventarse, cambiar tus hábitos, tu imagen, hacer cosas nuevas, conocer nuevos amigos, hacer de todo un poco.” – Sergio Herrera
“Renacer es… un nuevo comienzo, es un resurgir donde la esencia se mantiene porque nunca hubo muerte. Pero a su vez conlleva una restauración, una transformación llena de cambios que nos llevan hacia la ruta correcta.” – Erick Negrón
“Renacer es… tener una nueva oportunidad con experiencias ya vividas para hacer cosas distintas y que realmente valgan la pena.” – Zullymar Ortiz
“Renacer es… volver a la vida con un alma pura, despertando, reviviendo nuevamente con ganas de comerse al mundo.” – Jon Rive
“Renacer es… el día en que encontré mi propósito de vida. El propósito de vida es la razón por la cual estás en el mundo. Cuando lo encuentras tu vida gira entorno a eso y es increíble como todos los acontecimientos en la vida tienen una secuencia atado a esa razón por la cual estás en la Tierra. Ese día fue mi renacer. También, es cuando liberas todo tu pasado. Dejas de vivir en él y comienzas a verlo como una experiencia, un aprendizaje, lecciones. Perdonas, comprendes, ayudas y amas a esa persona que te ha hecho daño. Comienzas a vivir el presente, cada instante te lo saboreas al máximo sin preocuparte por el futuro. Simplemente vives... es cuando verdaderamente renaces.” – Juanita Polanco
“Renacer es… ver el surgimiento de algo nuevo donde una vez hubo algo, no necesariamente igual a lo que existía antes.” – Randy Sierra
“Renacer es… a new life opportunity to be able to undertake new goals.” – Katherine Washington
“Renacer es… una nueva oportunidad, un nuevo comienzo, es una nueva vida.” – Lina Albino
Renacer: Volvera empezar con más fuerza, con más experiencia y sobre todo con más ganas... Éxito siempre para ti! 💪🏼👍🏼